¿Por qué somos solidarios?
Si estás leyendo este post seguro que te has hecho esta pregunta. Como nosotras nos la hemos hecho cientos de veces te vamos a compartir lo que hemos descubierto ;-).
Lo cierto es que no hay un único motivo que nos lleve a ser solidarios. Nosotras los diferenciamos en tres, uno de los cuales nos lleva a generar un cambio sistémico. ¿Adivinas cuales son?
Aquí te lo contamos.
Las 3 causas que nos llevan a ser solidarios
Hay tres grandes causas que nos incitan a ser solidarios.
1. El valor de la equidad
Uno de los valores que tenemos en común todos los seres humanos es el valor de la equidad.
Por este motivo, al ver noticias que reflejan la desigualdad de este mundo algo se remueve en nuestro interior, y nos surgen remordimientos por vivir en un contexto de comodidades y de lujos.
Contribuir a esta justicia evadiendo nuestro sentimiento de culpa activa nuestra solidaridad.
2. La reciprocidad
La búsqueda de reciprocidad (recibir algo a cambio de nuestro acto) es otro de los factores que nos lleva a ser solidarios. Podemos diferenciar entre dos tipos de retorno:
Proyectar una imagen solidaria
- Proyectar una imagen vinculada a valores éticos (ya sea como persona o como institución o empresa).
Recibir un favor a cambio
- Esperar que nos ayuden a nosotrxs cuando tengamos la necesidad.
3. La compasión y la empatía
Por último están los actos solidarios que surgen de la compasión y la empatía. Las ganas de ayudar y el sincero propósito de cambiar la realidad de otros seres con circunstancias desfavorables a las nuestras, activa nuestras ganas de ayudar, llegando incluso a hacer nuestra la causa.
Cuando esto sucede nuestro organismo segrega oxitocina.
Y ahí empieza el cambio.
El círculo virtuoso de la solidaridad y la felicidad
“Las personas felices son más solidarias.”
Cuando somos solidarios de corazón liberamos oxitocina, la hormona del amor, la calma y el bienestar.
- Por este motivo podemos afirmar que la solidaridad nos hace más felices.
- Al ser más felices sentimos la necesidad de compartir nuestro bienestar.
- Y en consecuencia nos volvemos más solidarios.
Un círculo virtuoso que inicia el cambio sistémico, mejorando nuestro bienestar personal, y resolviendo a su vez los retos sociales causados por la opresión y la desigualdad.
Por qué somos solidarios en Navidad
Que en Navidad somos más solidarios es un hecho. Según las encuestas, las donaciones aumentan en un 34% respecto a otras épocas del año.
¿Qué pasa en esta época para que seamos más solidarios?
En esta época se aúnan dos factores:
1. Familia, hogar y amor
En Navidad las calles se colman de aguinaldos luces. La gente felicita y sonríe. Las imágenes de amor, familia y hogar protagonizan la publicidad y los medios.
Este escenario genera bienestar, despertando la empatía y la ilusión por compartir lo que tenemos con quienes no gozan de nuestra suerte.
2. Cultura del hiperconsumo
Pero en Navidad también somos víctimas (y cómplices), del hiperconsumo que impulsa el sistema.
Un sistema que ha sido capaz de tergiversar la esencia de estas fiestas y reducirla a la necesidad de comprar, como si los regalos materiales fueran la mejor (y única) manera de mostrar el afecto que tenemos a nuestras amistades y familia.
Ser víctimas del hiperconsumo (a sabiendas de que miles de millones de personas no tienen comida u hogar) despierta el sentimiento de culpa por tanto derroche y exceso, impulsando actos caritativos que calmarán nuestra conciencia.
En definitiva:
- sea por el lado positivo de bienestar que nos genera pensar en valores de hogar y familia
- o por el remordimiento que nos surge al alimentar un hiperconsumo convulso
la realidad es que las donaciones aumentan en Navidad.
Solidaridad para impulsar el cambio
Independientemente de la causa que nos mueva, aprovechar la Navidad (o cualquier momento) para realizar donaciones o regalos solidarios es una bonita manera de generar impacto.
Si además lo hacemos por empatía tenemos la oportunidad de ir un paso más allá e iniciar el círculo virtuoso de impacto y felicidad.
En Uttopy decenas de ideas para visibilizar y apoyar tus causas personales o tus causas de empresa.
Y en los siguientes posts te contaremos cómo iniciar este círculo virtuoso en tu vida (o en la cultura de tu empresa) y empezar este maravilloso viaje. Y cuando lo pruebes, verás que no hay marcha atrás ;-).
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