¿Por qué hay (todavía) violencia de género?
A veces pensamos que la violencia de género es algo anecdótico, que afecta a personas de otras clases sociales, ciudades o culturas.
Pero nada más lejos de la realidad. La violencia de género es mucho más habitual de lo que nos parece. Y aunque resulte impensable creerlo la tenemos muy cerca. Es pura estadística, así lo reflejan los datos.
En este post reflexionamos sobre las causas y consecuencias de la violencia de género y compartiremos tres acciones sencillas y transformadoras para activarnos como agente de cambio.
Vamos al lío :-).
La violencia de género está cerca de ti
Sí sí. de ti.
El año pasado en España hubieron casi 200.000 mujeres víctimas de violencia de género.
¿Cómo es posible que este tipo de violencia esté tan extendida?
Causas de la violencia de género
La violencia de género es el único tipo de violencia que no nace del instinto de supervivencia. Si buscamos sus orígenes encontramos sus raíces en un sistema machista.
Este sistema, a través del arquetipo de “macho alfa”, perpetúa la creencia de superioridad del hombre frente a la mujer en el inconsciente colectivo.
Y es obvio decir que esta ideología perjudica a las mujeres. Pero el hecho es que también perjudica a los hombres, puesto que la gran mayoría no encaja en este perfil. En el caso de la violencia de género lo vemos muy claro.
Maltratadores y víctimas
El maltratador
El prototipo de maltratador no es el de un hombre borracho, sin educación ni recursos, que en un ataque de ira golpea a la mujer. Es el de un hombre con la autoestima baja.
Un hombre que no se siente suficientemente “hombre” según el mandato del sistema patriarcal.
Y con el afán de sentirse un “buen hombre” y demostrar su supuesta virilidad, acaba recurriendo a la fuerza para evidenciar su posición de control con su mujer.
Esta violencia:
- Puede empezar con una exigencia para constatar su autoridad.
- Seguir con una crítica, para mostrar grandiosidad.
- Continuar con un un insulto. Un grito. Un golpe.
Y si no lo cortamos a tiempo, acabar encabezando las noticias del telediario.
En un sistema patriarcal ser un “buen hombre” no significa ser un “hombre bueno”.
¿Por qué la mujer no actúa?
Puede resultar paradójico que una mujer permita esta falta de respeto que atenta a su dignidad.
Y en la búsqueda de explicaciones tenemos la tendencia de culpabilizar a la víctima:
- “Algo habrá hecho.”
- “Parece que le guste.”
- “Si no denuncia por algo será.”
Pero estas hipótesis están bastante desencaminadas.
La víctima
La mujer de este hombre con autoestima baja, también tiene la autoestima baja. Por la ley del espejo, es el motivo por el que están juntos.
Y esta mujer, que también quiere ser una “buena mujer” (según los estándares del sistema patriarcal):
- Se considera culpable por no haber atendido como debía a su marido.
- Siente vergüenza de lo que sucede y no es capaz de compartirlo.
- Tiene demasiado miedo a que su marido ejecute inconcebibles amenazas.
Repitiéndose así los actos de violencia.
Consecuencias de la violencia de género
Y todo esto, ¿qué consecuencias tiene?
Las consecuencias van mucho más allá de obituarios y heridas. Si queremos destacar algunas:
- Cientos de millones de euros anuales en gasto social.
- Pérdida de talento femenino, al imposibilitar a estas mujeres, por el impacto físico y psicosocial.
- Fracaso escolar en los niños y niñas que crecen en estas familias.
Y la repetición de estos patrones al normalizar estas conductas, perpetuando status quo.
¿Cómo poner fin a la violencia de género?
Cambiar esta realidad no es algo que sucederá de un día para otro. Se trata de un reto sistémico del que toda la sociedad formamos parte.
Pero es algo que está en nuestras manos cambiar.
No hacer nada perpetúa el status quo y sin darnos cuenta nos hace cómplices.
Tu rol en el cambio
Como hombre o como mujer perteneciente a este sistema, tenemos un gran potencial de impacto.
Te propongo tres cosas, muy sencillas, para activarte por el cambio.
Deconstruir los estereotipos de género
Los estereotipos forman parte del imaginario colectivo, sustentan los roles de género que están en la base del sistema patriarcal.
Algo tan fácil (o difícil) como ser tal cual eres es imprescindible para ponerles fin:
- Sé fiel a tu esencia sin tratar de encajar en cánones que encasillan.
- Vela por un reparto de tareas basado en aptitudes y capacidades, desvinculadas del género.
- Evita micromachismos, bromas y lenguaje sexista.
Nuevas narrativas
Como hemos visto a lo largo del post la historia que nos han contado no coincide con la realidad:
- El perfil de maltratador no encaja con el que nos transmite el sistema.
- Las víctimas se sienten culpables y los maltratadores víctimas.
- La violencia está presente en nuestro entorno y no somos conscientes. No se limita a sucesos mediáticos.
Cambiar el relato es urgente y hacerlo está en tus manos. Aprovecha cualquier conversación para sensibilizar y concienciar sobre todo lo que la violencia de género esconde.
Si formas parte de alguna comunidad, empresa u organización, puedes aprovechar fechas como el 25/11 (Día Internacional de la Violencia de Género) para organizar talleres y charlas de sensibilización que ayuden a expandir el nivel de conciencia.
Actúa
Los casos de violencia siguen creciendo y un 70% de las víctimas no denuncia por miedo.
Si intuyes que pueda haber algún caso de violencia cercano, ofrece tu ayuda. Activa los protocolos que existen en tu empresa o comunidad.
Hay equipos y personas con corazones gigantes, y con todo lo necesario para apoyar a las víctimas para que empiecen a construir el futuro que merecen.
Conclusiones
La violencia de género es un reto sistémico y la tenemos más cerca de lo que podemos imaginar.
La única buena noticia es que cambiar esta realidad está en nuestras manos y existen un montón de cosas que puedes hacer cada día para ser parte del cambio.
¿Empezamos 😉 ?