
Soñábamos con cambiar el mundo.
Imaginábamos mil soluciones para acabar con las injusticias.
Creíamos que si todos pusiéramos un poco de nuestra parte, las cosas podrían ser diferentes.
Nos llamaban utopistas por pensar así.
Y dejamos de llevarles la contraria.
Sí, lo somos.
Creímos en una utopía, y pusimos nuestro grano de arena para hacerla realidad.
Porque creemos que lo único que necesitamos para conseguirlo es adoptar una actitud diferente ante las cosas comunes.
Actuar en coherencia con lo que pensamos.
Y sonreír un poco más.
Por eso, creamos una marca de ropa que no hace que la moda sea algo superfluo.
Una marca de ropa que, más allá de llenar tu armario, también te llena el alma.
Y que cuando la compras, no sólo consumes energía del planeta, sino que le devuelves algo.
Porque sabemos que tú no necesitas una camiseta más, pero el mundo puede aprovecharse de que la tengas.